Quizás te suene raro ¿bioconcreto? ¿qué es eso? Pues la verdad, aunque parezca algo sacado de una película de ciencia ficción, debemos decirte que, definitivamente, ahora sí la ficción ha superado a la realidad. Edificios, casas o puentes que cierran sus propias grietas, tal y como lo hace cualquier ser vivo. Continúa leyendo para que descubras de qué te estamos hablando.
En la Universidad Técnica de Delft, ubicada en los Países Bajos, han desarrollado el bioconcreto, también conocido como hormigón o concreto autorreparable. Es específicamente un material que de forma literal tiene vida, para hacer posible que regenere el desgaste de cualquier edificación que ha sido construida con el material en cuestión.
Bioconcreto con bacterias duras de matar

Debes saber que, para crear el novedoso material, es necesario mezclar el concreto tradicional con cepas de la bacteria Bacillus Pseudofirmus. La cual, en su estado natural, puede llegar a habitar incluso en los ambientes más hostiles del planeta, por ejemplo, el cráter de un volcán activo.
Para Henk Jonkers, científico a cargo del proyecto:
“Lo increíble de estas bacterias es que forman esporas y pueden sobrevivir por más de 200 años en el edificio”.
Entonces, a la mezcla se le añade lactato de calcio, y esto es lo que las bacterias comen. Finalmente, el bioconcreto está listo para usarse en cualquier tipo de construcción.
¿Cómo funciona el bioconcreto?

Bueno, ahora que ya sabes de qué forma es que los científicos han creado el material, te estarás preguntando sobre su funcionamiento. Básicamente, cuando se forman grietas en las edificaciones que han sido construidas con este material, las bacterias que habitan en él quedan expuestas a los elementos, en especial al agua.
Entonces lo que sucede es realmente mágico, la humedad que penetra las grietas “despierta” a esos microorganismos que estaban “dormidos” y es justo ahí cuando comienzan a alimentarse del lactato de calcio. Luego, como producto final de su digestión, secretan piedra caliza ¿no te parece algo increíble?
Bueno, ¿y qué hace la piedra caliza? Este material se encarga de sellar las fisuras que aparecieron en el bioconcreto. Y lo mejor de todo es que lo hace en un periodo de tan solo tres semanas.
Cabe mencionar que, según el científico, no existe un límite para el largo de la grieta, puede ir desde centímetros a kilómetros. Sin embargo, para el ancho las fisuras, estas no deben superar los 8 milímetros.
En definitiva, piensa en cómo un material como este puede ayudarte a ahorrar mucho dinero en el mantenimiento de estructuras.
¿Disponible en América Latina?
Como parte de las evaluaciones a las que se ha sometido el bioconcreto, Jonkers confirmó que se ha empleado para construir canales de irrigación en Ecuador, que es un país altamente sísmico.
Además, añadió que, aunque es obvio que el material suele ser más costoso que el concreto tradicional, vale la pena utilizarlo puesto que el ahorro en costos de mantenimiento resulta más que evidente.
Explicó, además, que incluso esos viejos edificios que están llenos de grietas, de esos que abundan en América Latina, y que corren el riesgo de desplomarse en cualquier momento hasta con el más mínimo temblor, podrían tener una esperanza.
Sin embargo, es consciente de que la prueba más difícil que, por ahora, debe superar el material es su precio.
Según el diario The Guardian, mientras que el metro cúbico de concreto común llega a costar alrededor de US$80, este nuevo material alcanza los US$110.
Y tú ¿qué piensas del bioconcreto? ¿Lo utilizarías en una de tus construcciones?
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